martes, 3 de septiembre de 2013

AGRESIVIDAD POR DOMINIO

En el universo bababu, la dominancia puede resultar un problema. Como ya ladré, no hay que confundir a un bababu dominante con un bababu agresivo. La agresividad se puede dar por varias razones, entre las cuales cabe señalar la dominancia. Ya os ladré ayer sobre la agresividad predadora y próximamente os ladraré sobre los bababus miedosos que también muestran un comportamiento agresivo.
 
Pero hoy mi trufa y yo ladramos, que no rastreamos, sobre la agresividad que se produce por problemas de dominancia. Evidentemente, se trata de una forma de demostrar la supremacía, el poder que ejerce un bababu sobre su entorno y dominar o someter a quienes interactúen con él.
 
Aunque existen diversas formas de ejercer la dominancia por parte de un bababu, el esquema suele ser simple y repetitivo, al menos de forma general. Principalmente, nos valemos de la expresión corporal. Advertimos y dejamos muy claro, con nuestra actitud, las intenciones a nuestro posible adversario. En este apartado suele aparecer ese rasgo característico de erizarse el pelo en forma de cresta a lo largo del lomo. Lo hacemos para imponer y parecer mas grandes... Además de mostrar claramente nuestras ganas de gresca con una serie de movimientos y gestos, respondemos y reaccionamos ante un gesto que puede ser involuntario pero es interpretado como una amenaza y genera el ataque del bababu dominante.
 
Evidentemente, esto es un problema. Un bababu dominate agresivo no es ninguna broma y hay que tener en cuenta muchas consideraciones para poder manejarlo.
 
Cuando esa agresividad se dirige hacia los humanis, algo que puede darse entre el primer y segundo año o incluso antes, suele coincidir con la madurez sexual del bababu que buscando su posición en la manada se enfrenta al humanis propietario quien debe establecer una jerarquía muy marcada. Aunque lo común es encontrarse con bababus macho de este tipo, también pueden existir hembras agresivas por dominancia.
 
Como la dominancia es una cuestión de jerarquía hay que tener muy claro cual es el lugar de cada uno. Si un bababu duerme en la cama del propietario y al echarle de ella no cede y ataca, tenemos un problemilla que hay que resolver. Y eso es aplicable a cualquier parte de la casa que ocupe el bababu y se niegue a abandonar ante una orden. Gruñirá, desobedecerá y se adueñará de los objetos, atacando si lo considera oportuno. Son estos, bababus celosos de la familia, sobre todo de los niños que llegan tras ellos; no se dejan acariciar y desafían a los dueños continuamente.
 
Si la agresividad se dirige a los desconocidos, puede darse la circunstancia de una actitud contradictoria por parte del bababu. Desde dejar pasar al desconocido y atacarle cuando se dispone a marchar, hasta dejar que le acaricie y después hincarle el diente... en estas ocasiones no suele existir aviso previo por parte del bababu. Si, en el universo bababu también existe la falsedad.
 
Por otro lado, tenemos a los bababus hipermegaprotegidos por los humanis que los poseen, estos golfos solo se atreven a mostrar sus armas delante de sus dueños. Se sienten protegidos, se envalentonan y ¡zasca! mordisco que te meto. Ahora bien, si no hay dueños, no son nadie... rabito entre las patas y que los dejen en paz.
 
La agresividad es un problema, proceda de donde proceda, de eso no hay duda y por supuesto, el temperamento de un bababu y su raza pueden influir en la agresividad que posean. Pero el mayor problema, donde reside el fallo que genera los ataques suele estar en la falta de educación y la jerarquía. Estos dos factores son los que realmente favorecen la rebeldía de los bababus y sus inminentes mordidas.
 
Los humanis deberían tener en cuenta, sobre todo con ciertas razas, que las pautas a seguir y las normas que han de imponer a sus bababus deben ser desde el primer momento y hasta el último. Un bababu agresivo debe ser corregido desde el principio y puesto que normalmente advertimos de nuestro carácter porque se nos ven las formas, como siempre digo, observad a vuestros bababus y actuar en consecuencia.
 
Si la agresividad se desata contra otros bababus, suele ser para establecer la jerarquía entre ellos o disputarse a la hembra en celo. Se nota cuando un bababu es dominante o no lo es pero quiere ocupar una posición dentro del grupo. Mostramos nuestra hostilidad hacia unos u otros o dejamos pasar a todos sin mirarlos siquiera. Cuando un bababu es agresivo en este aspecto, se encrespa cada vez que pasa otro bababu. Es interesante y conveniente adaptar a los bababus y socializarlos para prevenir o corregir estos problemas.
 
En las peleas por las hembras, hay que señalar que la agresividad tiene un origen fisiológico. No se trata de una patología si no de algo que pasara cuando no haya hembras en celo por medio. Del mismo modo que las hembras también pueden incurrir en una pelea por su estatus (la hembra dominante es la única que se aparea). Pero en estos casos se trata de cosas puntuales que se evitan alejándose de los lugares donde pueda generarse alguna pelea por este motivo.
 
Me dejo en el tintero otro tipo de "agresividades" que pueden presentar mis congéneres bababus o incluso yo mismo en algún momento de la vida, para mañana o pasado... ya veremos.
 
Saludos peludos!!!
 
B.B.

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