OTRAS AGRESIVIDADES

Para concluir el tema de la agresividad os ladraré brevemente otros tipos de agresividad que pueden mostrar los bababus.

 

Por ejemplo, la agresividad territorial que se da cuando un bababu tiende a proteger su territorio con un celo excesivo. Algunos bababus atacan a personas determinadas con cierto tipo de características y otros a cualquiera que invada su terreno.

 

Este tipo de agresividad viene fomentada por el humanis que ha conservado este instinto que poseemos los bababus para proteger los nuestro y lo ha cultivado por su propio interés para convertirnos en guardianes de su propio territorio. Lo normal es que los bababus que hacen de guardias protejan la zona que consideran suya y el problema surge cuando no identifican su labor y se alteran con cualquier tipo de intrusión. Al considerar territorio la parcela, el patio, la casa o el mismo coche, agreden a los extraños que se le acercan ladrando y gruñendo. Algunos bababus, ambiguamente, mueven su cola mientras ladran, esa señal indica que no ha decidido todavía si atacar o aceptar al extraño. Conviene, como siempre, observar al bababu. Puede darse la circunstancia de que se abalance contra el intruso, que le muerda... Por eso, si un humanis quiere convertir a su bababu en guardián fomentando su instinto territorial debe hacerlo de forma que ejerza un control absoluto sobre él para evitar problemas.

 

Cuando sentimos dolor o miedo, podemos reaccionar violentamente. Una experiencia negativa que provoque dolor, ya sea físico o psicológico puede producirnos temor a volver a experimentar ese sentimiento. Cuando tenemos miedo, metemos el rabito entre las patas traseras y sentimos necesidad de huir, si no podemos escapar nos acurrucamos en un rincón para que nos dejen en paz. Ahora bien, si no nos dejáis, podemos morder para protegernos. En esos momentos no controlamos ni la intensidad de la mordida ni a quien mordemos. Lo cierto es que este tipo de agresividad aparece de forma repentina, como si fuera un mecanismo de defensa y en momentos puntuales. Cuando nos acompaña nuestro humanis propietario en el momento que nos produce temor, nos envalentonamos al sentirnos protegidos y lanzamos una dentellada.

 

Si nos duele algo, mientras persista el dolor y la molestia, estaremos bastante quisquillosos y tenderemos al ataque como forma de protegernos. Por lo tanto para evitar este tipo de manifestaciones lo adecuado es eliminar las fuentes de dolor o miedo. Si algo nos provoca miedo habrá que procurar que superemos el trauma y si el dolor es físico, no tocar donde duele...

Otro tipo de agresividad es la que los humanis denominan desviada, sucede cuando el bababu no puede alcanzar lo que provoca su agresividad y la emprende con lo que tiene mas cerca, bien sea otro bababu, animal o persona.

En cuanto a la agresividad idiopática o síndrome de la rabia, se tiene la creencia de que existe una predisposición genética del individuo bababu en cuestión o que se debe a un proceso inflamatorio del cerebro y luego están los listos que aseguran que es una forma exagerada de dominación.

El caso es que este tipo de agresividad se desata de forma imprevista y sin motivo aparente, son ataques muy intensos pero una vez que remiten el bababu actua y se comporta con normalidad. Actualmente se conoce como una patología llamada distimia bipolar y  y se muestra mayor incidencia en unas lineas que en otras, existiendo por tanto una predisposición genética. Hay que saber que en estos casos la mayoría de las veces la solución es la eutanasia del bababu.

Pues hasta aquí la violencia bababu. Como ladro siempre, observa a tu bababu, en estos casos, exceptuando la agresividad idiopátcia, se puede controlar casi siempre.

Me voy a rastrear otras razas para mañana.

Saludos peludos!!!

B.B.