La herencia lupina nos deja el vago recuerdo de lo que actualmente los humanis denominan agresividad predadora. Esto no es mas que el instinto natural de perseguir y dar caza a la presa para matarla y alimentarse a si mismo y al resto de su manada. Los animales, cazan por una mera cuestión de supervivencia. Los humanis, por placer.
Hoy día, los bababus no necesitamos cazar para sobrevivir, los humanis se encargan de proporcionarnos el alimento, por lo tanto el instinto predador ha sido inhibido y reprimido en gran medida. No obstante, en ocasiones puede darse que el instinto se apodere de nosotros y nos de por perseguir al gato... Generalmente se trata de un juego. Pero hay ocasiones en las que el juego se convierte en una agresión en toda regla.
La agresión predadora se da cuando el juego deja de existir y el bababu muestra una serie de señales inequívocas que pueden y deben poner en sobreaviso al humanis propietario. Esta agresividad puede darse indistintamente hacia cualquier objeto o animal que este en movimiento. Así al pasar un coche o bicicleta, un corredor o un gato, puede dispararse el comportamiento. Para el bababu es toda una provocación. Una sencilla acción que desencadena una secuencia de persecución y ataque. Si el sujeto u objeto se detiene, no habrá problema (a veces incluso así el bababu no cede pero bueno) puesto que en principio se inhibe el estimulo que provoca al bababu. Al no existir estímulo, el bababu no ataca.
Si por el contrario, la presa no se detiene y persevera en su acción, el bababu correrá tras ella para darla caza y cogerla por el cuello. En estos casos no habrá ningún ritual que preceda a la agresión (como ladré ayer): no existirá amenaza, ni gruñido... saltará sobre ella y la apresará, como ya he ladrado, por el cuello.
En el caso de que la "presa" sea un coche o bicicleta, el bababu correrá tras el, pero se detendrá a una distancia prudencial y ladrará con rabia.
Aunque existen variantes y cada bababu puede reaccionar de una manera característica, estas son las pautas mas elementales que embarcan la posible agresión predadora y la diferencian de una posible agresividad por dominación.
Igualmente, existen bababus que con antecedentes de agresión, no muestran este comportamiento y se lanzan sobre la presa incluso antes de que se movilice. Al ya conocer el placer que les produce el efecto de perseguir y capturar la presa, no necesitan desencadenantes.
Con todo esto, conviene a los humanis propietarios de bababus cazadores y que se utilicen para este fin, pues la confianza en si mismos hace que no respeten las reglas, que tengan especial cuidado y atención con sus mascotas.
A veces nos sale ese instinto y perseguimos al gato que vive con nosotros porque nos satisface darles caza y hacer acopio de nuestro poder... yo lo hago pero nunca consigo cogerla... hay que diferenciar los juegos de las posibles agresiones, y digo posibles porque deberían evitarse. Un bababu que ataca por agresividad, repite. No suelen ser hechos aislados.
Si se da el caso de que un bababu persigue a un humanis con intención de hincarle el diente, lo mejor es que se detenga para inhibir el estímulo. Pero claro esta, como ya he mencionado, que a veces no necesitan ese estímulo. Hay que tener especial cuidado cuando se trata de niños. Se dan casos en los que bebes custodiados por sus bababus, de pronto son atacados por ellos cuando echan a andar o a gatear. Son casos claros de este tipo de agresividad y por tanto conviene supervisar siempre a estas parejas tan monas de bababus y minihumanis. No debe nunca dejarse a un bebe solo con un bababu, ya lo he ladrado otras veces.
En cualquier caso y para terminar, no hay que olvidar nunca que existen especialistas a quienes consultar sobre este tipo de problemas que pueden ser prevenidos o corregidos. Siempre teniendo en cuenta que la gravedad de la agresividad dependerá del objeto o ser que haya sufrido la agresión. Por supuesto es mas fácil prevenir este comportamiento que tratarlo cuando se ha manifestado por primera vez.
Como ya me he enrollado lo mio y la agresividad por dominación también es para enrollarse, lo dejaré para mañana.
Saludos peludos!!!
B.B.
Hoy día, los bababus no necesitamos cazar para sobrevivir, los humanis se encargan de proporcionarnos el alimento, por lo tanto el instinto predador ha sido inhibido y reprimido en gran medida. No obstante, en ocasiones puede darse que el instinto se apodere de nosotros y nos de por perseguir al gato... Generalmente se trata de un juego. Pero hay ocasiones en las que el juego se convierte en una agresión en toda regla.
La agresión predadora se da cuando el juego deja de existir y el bababu muestra una serie de señales inequívocas que pueden y deben poner en sobreaviso al humanis propietario. Esta agresividad puede darse indistintamente hacia cualquier objeto o animal que este en movimiento. Así al pasar un coche o bicicleta, un corredor o un gato, puede dispararse el comportamiento. Para el bababu es toda una provocación. Una sencilla acción que desencadena una secuencia de persecución y ataque. Si el sujeto u objeto se detiene, no habrá problema (a veces incluso así el bababu no cede pero bueno) puesto que en principio se inhibe el estimulo que provoca al bababu. Al no existir estímulo, el bababu no ataca.
Si por el contrario, la presa no se detiene y persevera en su acción, el bababu correrá tras ella para darla caza y cogerla por el cuello. En estos casos no habrá ningún ritual que preceda a la agresión (como ladré ayer): no existirá amenaza, ni gruñido... saltará sobre ella y la apresará, como ya he ladrado, por el cuello.
En el caso de que la "presa" sea un coche o bicicleta, el bababu correrá tras el, pero se detendrá a una distancia prudencial y ladrará con rabia.
Aunque existen variantes y cada bababu puede reaccionar de una manera característica, estas son las pautas mas elementales que embarcan la posible agresión predadora y la diferencian de una posible agresividad por dominación.
Igualmente, existen bababus que con antecedentes de agresión, no muestran este comportamiento y se lanzan sobre la presa incluso antes de que se movilice. Al ya conocer el placer que les produce el efecto de perseguir y capturar la presa, no necesitan desencadenantes.
Con todo esto, conviene a los humanis propietarios de bababus cazadores y que se utilicen para este fin, pues la confianza en si mismos hace que no respeten las reglas, que tengan especial cuidado y atención con sus mascotas.
A veces nos sale ese instinto y perseguimos al gato que vive con nosotros porque nos satisface darles caza y hacer acopio de nuestro poder... yo lo hago pero nunca consigo cogerla... hay que diferenciar los juegos de las posibles agresiones, y digo posibles porque deberían evitarse. Un bababu que ataca por agresividad, repite. No suelen ser hechos aislados.
Si se da el caso de que un bababu persigue a un humanis con intención de hincarle el diente, lo mejor es que se detenga para inhibir el estímulo. Pero claro esta, como ya he mencionado, que a veces no necesitan ese estímulo. Hay que tener especial cuidado cuando se trata de niños. Se dan casos en los que bebes custodiados por sus bababus, de pronto son atacados por ellos cuando echan a andar o a gatear. Son casos claros de este tipo de agresividad y por tanto conviene supervisar siempre a estas parejas tan monas de bababus y minihumanis. No debe nunca dejarse a un bebe solo con un bababu, ya lo he ladrado otras veces.
En cualquier caso y para terminar, no hay que olvidar nunca que existen especialistas a quienes consultar sobre este tipo de problemas que pueden ser prevenidos o corregidos. Siempre teniendo en cuenta que la gravedad de la agresividad dependerá del objeto o ser que haya sufrido la agresión. Por supuesto es mas fácil prevenir este comportamiento que tratarlo cuando se ha manifestado por primera vez.
Como ya me he enrollado lo mio y la agresividad por dominación también es para enrollarse, lo dejaré para mañana.
Saludos peludos!!!
B.B.
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