domingo, 1 de septiembre de 2013

¿POR QUÉ MUERDE UN BABABU?

Hoy mi trufa de Beagle y yo no hemos ido de rastreo. He preferido ladrar sobre algo que preocupa tanto a humanis como a bababus: la agresividad.
 
En los parques de bababus se ladra mucho sobre los bababus malos y que muerden o atacan a otros bababus o humanis. La agresividad en nosotros no es un fin, es un medio heredado de nuestros antepasados lupinos para obtener el alimento y proteger territorio y manada. Pero claro, hay bababus que muerden y eso es imperdonable. Es cierto que algunos de mis congéneres, por condicionamiento, problemas de comportamiento u otros, se muestran agresivos y eso, los vuelve peligrosos.
 
Los bababus seguimos un ritual para evitar el enfrentamiento físico. Adoptamos posturas y actitudes que advierten al bababu "enemigo" de que estamos molestos por algo y vamos a actuar. Esta claro que este ritual sirve ante todo para evitar el posible enfrentamiento aunque en algunas ocasiones el bababu no se conforma con este tipo de desafío ritual y mostramos un comportamiento agresivo en el que se da un ataque en toda regla. En este caso también seguimos unas pautas: gruñimos para advertir, mordemos y verificamos que hemos resuelto el entuerto. Las señales que emitimos para amenazar y advertir son claras:
 
- Miramos fijamente.
- Ponemos la cola rígida.
- Gruñimos.
- Enseñamos nuestra magnífica dentadura.
- Arrugamos el morro.
 
A veces, esta serie no se cumple y el bababu ataca y se enzarza sin mas. Es entonces cuando el humanis debe preocuparse, seguramente exista algún problema que convierta al bababu en un animal peligroso.
 
Hay que tener en cuenta que los bababus y en general los animales, no hacemos o reaccionamos solo por el placer que nos produzca una situación concreta o el desagrado. En cuestiones de peleas, preferimos evitar el altercado y sus consecuencias, de ahí que nos ericemos y mostremos señales de aviso para disuadirnos los unos a los otros.
 
Pero, ¿que motivos puede tener un bababu para sacar sus dientes?
 
Nos mostramos agresivos en circunstancias concretas que se deberían tener en cuenta y por factores que nos predispone al mal carácter, como pueden ser:
 
- Grado de socialización. Sin duda alguna, las situaciones y experiencias por las que pasa un bababu en los primeros meses de vida son fundamentales para determinar el comportamiento de este. Entre la tercer y duodécima semana, si no hay contacto con humanis, podemos desarrollar aversión y temor hacia ellos; si no convivimos con otros bababus, podemos mostrar agresividad hacia ellos.
 
- Sexo. Los machos defendemos lo nuestro: territorio, alimento, dominio y apareamiento. Las hembras protegen a sus cachorros de bababu. La rivalidad suele darse entre machos o entre hembras, no entre machos y hembras.
 
- Raza. Por supuesto existen razas con predisposición a la agresividad. Su selección ha ido encaminada a la lucha y si el humanis adquiere bababus de ciertas características solo por ser bababus de moda, es fácil que haya problemas. Cada bababu tiene su necesidad y las tendencias no traen nada bueno. Los criadores crean razas a tenor del aspecto y olvidan que están creando bababus mas dominantes. Esto tiene consecuencias graves e importantes. Sobre todo cuando un bababu acaba en el corredor de la muerte porque su propietario no sabe que hacer con el.
 
- Enfermedades. Si, también como los humanis que están de mal humor porque les duele el dedo gordo del pie izquierdo. A los bababus las enfermedades nos ponen un poquito de mal humor. Generalmente las patologías que cursan con procesos inflamatorios, traumatismos que afectan al cerebro o neoplasia, nos ponen violentos. A mi la alergia que no esta dentro del grupo, a veces me pone de muy mal café y no me apetece que venga nadie a ladrarme la oreja. El picor tan intenso acaba volviéndote loco. También los problemas de visión pueden desencadenar una reacción violenta por mal interpretar alguna acción.
 
Sin duda, los bababus mordemos y gruñimos entre nosotros, como discuten los humanis. Eso no implica que seamos mas o menos malos, esta dentro de una orden normal y natural. El problema reside en las ocasiones en las que esa norma no se cumple, se saltan los patrones y el bababu reincide.
 
Por ahora lo dejo aquí, que voy a echarme la siesta. Ya mañana os ladraré que tipos de agresividad mostramos los bababus.

Saludos peludos!!!

B.B.


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