Por fin puedo ladrar con algo más
de propiedad. En este grupo se encuentran los bababus de rastreo cuya capacidad
olfativa les convierte en verdaderos buscadores y "encontradores" de
lo que sea. Somos un grupo amplio en el que tenemos congéneres de toda variedad
y tamaño con una virtud común: una trufa poderosa.
Las razas mas antiguas se originaron en la Francia Medieval donde se puso de moda ir a cazar con jauria de bababus, aficción de los nobles que usaban bababus de uno u otro tamaño, a tenor de la presa que fueran a cazar. Casi todas las razas tienen sus origenes en tierras galas.
Las razas mas antiguas se originaron en la Francia Medieval donde se puso de moda ir a cazar con jauria de bababus, aficción de los nobles que usaban bababus de uno u otro tamaño, a tenor de la presa que fueran a cazar. Casi todas las razas tienen sus origenes en tierras galas.
Este grupo se divide en cuatro
secciones. La primera que abarca a los sabuesos de talla grande como pueden ser
el Poitevin o el Foxhound (este fue utilizado para crear a los míos), de entre
las 16 razas de la sección.
En la segunda nos encontramos
los 55 bababus de talla media como yo o el sabueso de Transilvania (que me
recuerda vagamente al Rottweiller).
Dentro de la tercera ya no hay
tantos bababus, solo tres razas entre los bababus de rastro como el Tejonero
Alpino, el Rastreador de Hannover o el Rastreador de las Montañas de Baviera componen esta sección donde la capacidad de rastreo es algo superior.
La cuarta tampoco es muy
amplia, bueno es que apenas son dos las razas semejantes y uno de ellos es el Dálmata... por supuesto que el otro no es Cruella de Vil si no el Rhodesian Ridgeback. Y no son rastreadores al uso aunque pueden desempeñar las mismas funciones.
Los sabuesos al contrario que
los lebreles a los que rastrearé más adelante, nos guiamos en la caza, bueno y
en todo la verdad, por nuestro poderoso olfato (los lebreles utilizan la
vista). Nuestro instinto es mas el de
rastrear y olfatear que otra cosa, acorralamos a la presa y la molestamos para
que se canse mientras llega el cazador. Bueno yo ya he ladrado que no cazo,
solo busco cosas que a mí me puedan apetecer y si se mueven paso del asunto.
Sin embargo el uso de los
sabuesos está extendido en direcciones mas loables, como por ejemplo la
búsqueda de personas desaparecidas o la de ser imagen de una compañía
aseguradora.
Los bababus sabuesos somos
tremendos de peculiares, tanto que ni ladramos, emitimos una especie de aullido
que atrapa a los que nos escuchan, no resulta tan irritante como el ladrido
común para que engañarnos. Aunque tampoco somos muy ladradores. Yo desde luego que no ¿para qué?
Somos de los bababus más
antiguos y salimos en numerosas obras de arte junto a los dueños cazadores. Ya ladré que poseer bababus aumentaba el estatus del noble en cuestión y aquí ya hablamos de muchos bababus juntos con un mismo fin y claro, las jaurías eran la alegría de sus amos; al igual que los minibababus de bolsillo eran los consentidos de las féminas.
La mayoria tenemos un aspecto similar: aire melancolico y mirada apenada, en numerosas ocasiones debido a afecciones oculares y cuerpos generalmente robustos aunque los hay muy estilizados como el Foxhound. De orejotas largas y lacias que penden de nuestra cabeza (cosa que viene muy bien para taparse uno los ojos mientras duerme) y trufas grandes y bien bonitas.
Ya ladraremos detenidamente sobre cada uno de estos tipos expertos en encontrar y seguir cualquier tipo de rastro aunque sea de días anteriores.
Saludos peludos!!!
B.B.
La mayoria tenemos un aspecto similar: aire melancolico y mirada apenada, en numerosas ocasiones debido a afecciones oculares y cuerpos generalmente robustos aunque los hay muy estilizados como el Foxhound. De orejotas largas y lacias que penden de nuestra cabeza (cosa que viene muy bien para taparse uno los ojos mientras duerme) y trufas grandes y bien bonitas.
Ya ladraremos detenidamente sobre cada uno de estos tipos expertos en encontrar y seguir cualquier tipo de rastro aunque sea de días anteriores.
Saludos peludos!!!
B.B.
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