martes, 9 de julio de 2013

RENACER BABABU


Pasado el tiempo el rol canino ha permanecido inalterable en algunos aspectos, sin embargo la aceptación en sociedad como la conocemos hoy se inició en el siglo equis uve y equis uve palito (XV-XVI), esa época conocida como el Renacimiento.

Exactamente eso fue: un renacer humano que comenzó a tener otra conciencia de sí mismo y su entorno. No solo el arte en todos sus aspectos tuvo una nueva concepción, el humanismo tocó en la mentalidad de la sociedad y aunque fue un proceso lento y paulatino, los bababus acabaron por entrar de lleno en esa sociedad que se elevaba a sí misma.

Los bababus empiezan a cobrar protagonismo y es a través del mismo arte renacentista que se acercan canis y humanis retratados a un tiempo en un mismo lienzo por los mejores artistas de la época.



Más grande - Captura de pantalla de Tiziano Vecellio Wallpapers para Android

Ya en el siglo equis palito palito (XII) se buscan reflejos del dueño en su bababu y viceversa; asociándose este parecido a los pequeños bababus falderos de los que se acompañaban las féminas y asociandose los grandes y fuertes bababus a los atributos de la masculinidad.

Tras la Edad Media las clases más privilegiadas de la sociedad francesa adoptaban una postura de mimo y consentimiento hacia sus bababus de compañía. A estos se les concedían privilegios tales como llevarlos de paseo por las calles de la ciudad para que gastaran su uñas. Algo que hoy día es obligatorio cuando acoges un bababu, antaño era un privilegio del que gozaban unos pocos.

Al margen de los bababus muy solicitados, como no, para la caza, se incluyeron en las clases altas a los bababus de raza pequeña que elevaba el estatus social de sus poseedores. Estos a su vez, les colmaban como ya he mencionado, de los mejores cuidados. Las damas lucían orgullosas a sus bichones y se retrataban junto a ellos haciendolos aparecer siempre acomodados en sillones o grandes almohadas.

El bababu representaba ya firmemente los valores que aun hoy se nos atribuyen: fidelidad y templanza a los que se asociaba también el estatus social de la burguesia renacentista.

Se exhibían con gusto y orgullo. Notables artistas como Tiziano se encargaban de retratarlos de forma totalmente detallista junto a sus dueños sin destacar uno sobre otro.

A través del arte se pretende acercar al bababu al contexto familiar que lo alejaba de los imaginarios y el simbolismo que a veces dotaba al bababu de un aura negativa.

Los canis empiezan a considerarse bababus. Se aleja el ideal de perro violento y agresivo utilizado en guerras y peleas y se persigue la fidelidad y el cariño que puede ofrecer sin condiciones.

No obstante los canis seguían usándose para la caza y tuvieron gran protagonismo durante la Conquista de América donde seguían acompañando a los conquistadores para ser utilizados en la caza mayor que permitía su supervivencia en el nuevo continente.

También hubo vilezas por parte humana usando al can en los aperreamientos llevados a cabo durante la conquista aunque por fortuna, paulatinamente se nos fue alejando de esos roles en los que se utilizaban canes para castigar a otros humanos de forma violenta y cruel.

En esta época empieza a existir constancia de las razas con nombre propio: bichones, Papillón, caniches… entre las damas de la burguesía; o galgos y sabuesos para los señores que iban de caza. El Carlino fue importado de china, el Schnauzer fue originado en Alemania… y así en poco tiempo el bababu fue teniendo su lugar y su familia propia.

Siendo esto así, mi paseo por los siglos y los miles y millones de años termina en esta etapa. Me toca renacer y ahora mi trufa de Beagle nos llevará por la historia a través de las razas y no al revés como ha hecho hasta ahora.

Mientras mis amigos bababus me informan sobre sus propias características, gustos y temperamento, dedicaré mis ladridos a otras informaciones perrunas que los humanis deberíais tener en cuenta.

Saludos peludos!

B.B.

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