domingo, 11 de agosto de 2013

CANICHE O EL PRIMER BABABU DE AGUA

Tras rastrear a los curiosos grifones, mi trufa de Beagle se dirige a Alemania, país de origen del Poddle, más conocido como Caniche. Con cuatro variedades atendiendo a su tamaño: gigante, mediano, enano y toy; y una variedad de colores que va desde el blanco al albaricoque, este bababu se conocía como Pudel (salpicar en el agua) por su labor de cobrador de aguas.
 
Clasificado por el FCI en el grupo 9, bababus de compañía, sección 2, caniches, número 172. Comparten todos, independientemente del tamaño y color, el número y el estándar.
El arte de la Alta Edad Media ya nos deja rastros de Caniches en su pinturas o esculturas, monedas e incluso alguna tumba romana. Esta raza con siglos de antigüedad está considerada como la mas antigua dentro de los bababus de agua y se cree que tiene su origen en el Barbet.

Actualmente son tres los países que presentan Caniches con particularidades propias con objeto de ser designados como lugar de procedencia. Por este motivo encontramos a los Pudel ya ladrados, procedentes de Alemania, con huesos fuertes y criados para cobrar las piezas caídas en el agua. Los rusos, mas altos y refinados, ideales para la compañía de la alta burguesía. Y los franceses, que dedicaron a sus caniches a la moda, creando en ellos peinados y cortes de diferentes estilos.

En los tres países germinó el Caniche miniatura, ideal como bababu payaso y dirigido al mundo del espectáculo. Inteligente y voluntarioso a la hora de aprender y complacer, se convirtió en un bababu de circo muy reputado y además fácil de transportar de pueblo en pueblo.

Hasta el siglo equis uve palito (XVI) solo existía un tipo de Caniche de talla estándar, grandes, fuertes y grandes cobradores. Aunque su manto espeso se convertía en un problema a la hora de cobrar las piezas en ciertas zonas, el pelaje absorbía tanta cantidad de agua que muchos ejemplares morían ahogados. Fue entonces cuando se decidió cortar el pelo de estos bababus, empezando por el que no necesitaban, la cara, las patas, cuartos traseros y cola eran rapadas; y para protegerlo de las aguas heladas se dejo crecer el de pecho y riñones. Así fue como surgió el arte y moda de acicalar caniches de esta peculiar y aun persistente forma. De hecho, para presentar a un bababu Caniche a exposiciones, hay que acicalarlo de esta manera. Esto permite al profano conocer y entender que ese corte de pelo que los afemina y a mi parecer ridiculiza, no es más que una forma de mejorar la utilidad del bababu.

Entre los siglos equis uve palito (XVI) y equis uve palito palito palito (XVIII) los criadores empezaron a cruzarlos para miniaturizar la raza, el Caniche Miniatura se convirtió en la mascota ideal, y poco después, el Caniche Toy, que podía meterse en las mangas de una camisa ocupo un lugar de ensueño en las casas más privilegiadas.

Ya establecidos los tres tamaños, cruzaron a tierras inglesas, donde tuvieron una gran acogida , sobre todo en las exposiciones de belleza y así mismo por cazadores y familias que veían en esta raza el compañero ideal para cualquier eventualidad.

En 1887, el Caniche desembarcó en Estados Unidos, su popularidad fue tal que alcanzaron su cima en la competición de belleza. En 1931 se fundó su propio club para perfeccionar la raza y erigir los estándares que los dividía en tres grupos a tenor de su tamaño.

Aun a día de hoy, son populares y en los registros en el libro de orígenes del American Kennel Club se registro como la más popular en los años 60.

De buen carácter, alegres, vivarachos, traviesos y juguetones, se llevan bien con los niños y son excelentes compañeros de juego. Muy activos y con tendencias destructivas, es conveniente que se les mantenga activos hasta cansarlos. Son ladradores y molestos en ocasiones, pues su ladrido agudo se mete en el tímpano… compruébenlo. No obstante son bababus encantadores en cualquiera de sus tamaños, aunque sin duda las variedades más grandes son mas tranquilas que las pequeñas. Conviene una buena socialización desde cachorros, no son dados a la agresividad pero pueden ser algo recelosos con desconocidos y su instinto de caza puede resultar algo problemático con bababus más pequeños a los que pueden considerar como presas.

Son bababus con buena salud, pese a ello algunos ejemplares pueden presentar adenitis sebácea, torsión gástrica (los grandes), enfermedad de Addison, cataratas, displasia de cadera (los grandes) y epilepsia; así como los pequeños también puede verse afectados por luxación patelar, atrofia progresiva de retina y enfermedad de Legg-Calve-Perthes.
 
Poco mas sobre estos salpicadores de agua y cobradores de pato convertidos en fieles y afectuosos bababus de compañia. Miren que monada. El estándar de todos ellos en otra página para variar.
 
Saludos peludos!!
 
B.B.

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