jueves, 8 de agosto de 2013

YO, BYRON; EL BEAGLE

Antes o después tendré que ladrar y rastrear sobre mi raza favorita: el Beagle; o sea yo. Así que ¿por qué no hoy? Y es que todo humanis que me conoce ya no ladra “he visto un Beagle” si no, “he visto un Byron”. No soy un bababu de compañía al uso como los que vengo rastreando en los últimos días, soy un sabueso y como tal, estoy clasificado por la FCI, en el grupo 6, bababus sabueso, de rastro (excepto lebreles) y razas semejantes, sección 1.3, bababus sabuesos de talla pequeña, número 161.


De mis orígenes se sabe poco... vaya novedad. Existen relatos de la antigua Grecia en que se mencionan bababus que rastreaban liebres; Jenofonte relataba la existencia de bababus que en jauría iban de rastreo y cazaban a dichos animales. Se piensa que fueron los romanos quienes introdujeron a mis antepasados en la actual Gran Bretaña como cazadores de conejillos. Una vez allí, el inevitable cruce con sabuesos oriundos dieron como fruto al desaparecido Talbot Houndson, padre ancestral del Southern Hound, el Foxhound y nosotros los beagles.

Mi insistente trufa de Beagle se detiene en la Edad Media, por aquellos tiempos se ladran hipótesis sobre nuestra presencia en las Cruzadas y que posteriormente, hacia los años 1300 y 1400 alcanzamos gran notoriedad en la Gran Bretaña medieval. Los reyes Eduardo II y Enrique VII poseían jaurías de Glove Beagles, ladrados así por su reducido tamaño. La propia reina Isabel I poseía beagles de tamaño mini: 22 centímetros. Que monos debían ser. En las zonas campestres éramos imprescindibles y nuestras jaurías eran tan populares que en el siglo equis uve (XV) ya nos habíamos extendido por Italia, Grecia y Portugal.

No obstante, en Inglaterra, durante mucho tiempo, se calificaba de Beagle a todo tipo de bababu sin raza fija y morfología heterogénea. Estos reunían dos características comunes: el tamaño reducido y la predisposición a la caza y el rastreo. Según expertos, del tamaño deriva nuestro nombre, ya que parece ser que la palabra Beagle derivaría de begle, (antiguo inglés), beigle (antiguo francés) o beg (celta), tres palabras que significan pequeño.

Hipotéticamente, cruces entre Salchibabus, Foxhound y Antiguo Sabueso Inglés darían como resultado un Bulldog que, cruzado a su vez con lebreles ingleses y Fox Terrier, crearían un Harrier que al cruzarse con un Antiguo Sabueso Inglés, darían como resultado final el Beagle. Aunque es una extraña hipótesis genealógica que yo no voy a tener muy en cuenta. Yo tenia entendido que nuestro papa era el Foxhoung grande cruzado con algun otro bababu para menguar tamaño.

Y acabo de descubrir porque me gustan tanto los Yorkies, el cruce del North Country Beagle y Galgo que dio origen a mi raza, se criaba principalmente en el condado de Yorkshire. Aunque esa raza era algo más pequeña, menos corpulento y de hocico puntiagudo que los criados en el sur… A finales del siglo equis uve palito palito palito (XVIII) los bababus Beagle de entonces estaban en peligro de extinción puesto que su congénere el Foxhound, mas alto, esbelto y rápido, le ganó la partida. Sin embargo hubo agricultores que conservaron algunas jaurías.

El caso es que la raza conocida hoy debe su existencia al Reverendo Phillip Honeywood que se puso un criadero y con unos cruces de Southern Hound y North Country Beagle (todo esto es también hipotético pues no existen registros) encaminó la raza. Posiblemente ayudado por la sangre del Harrier consiguió unos bababus de no más de 25 centímetros y totalmente blancos.

Hacia 1840 existían cuatro beagles que variaban en carácter y talla: mediano, enano, fox Beagle y Beagle terrier de pelo áspero.

En 1890 lejos de la extinción, ya existían unos cuantos criaderos de beagles en Inglaterra, se formó el Club del Beagle y se confeccionó el primer estándar.

El Beagle se fue extendiendo por toda Europa, gozando de gran popularidad y en Estados Unidos se ladra que en el siglo equis uve palito palito (XVII) ayudaba a los cazadores en la lucha contra el canis lupus. Antes de la Guerra de Secesión eran fundamentales en toda caza de zorrillos y liebres que se preciara. Posteriormente, los cazadores más acaudalados importaron ejemplares de Inglaterra para mejorar la raza.

En la actualidad, pese a lo que digan, solo existe un Beagle, de muchos colores: tricolores, limón, blanco con manchas… pero solo uno. Ni variedad americana, ni inglesa. Y de un tamaño que puede variar desde los 33 a los 41 centímetros. Los más pequeños son cruces descuidados o padecedores de enanismo. Los más grandes… mal cruce. Aunque no importa, un bababu siempre es un bababu, grande o pequeño, bonito o feo…

Hoy día el Beagle es un bababu de compañía, mas que de utilidad se dedica a la convivencia familiar porque todos los nenes quieren un Beagle orejón para jugar. Tanta película encumbrando la raza... se creen que todos somos Snoopy, y en parte es cierto.

¿Cómo somos los Beagle? Pues alegres, afectuosos, poco dados a la agresividad y poco tímidos. Si la jefa lee esto… yo afectuoso y alegre no mucho, me llama sieso… pero porque me alegro hacia adentro, me da vergüencilla mostrar mis sentimientos.

Dicen que somos inteligentes, mantenemos el estado de alerta al máximo y realmente es así, estamos alerta por si cae algo de comer por algún lado. Nos gusta comer. La obediencia sería más fácil si nuestra trufa descansara, pero nos pierde el instinto de rastreo y cualquier olorcillo nos distrae. Yo me aburro con facilidad y me canso con mayor facilidad aun. Me gusta la novedad y a todos los de mi raza les ocurre lo mismo, si nos paseas siempre por el mismo sitio nos cansamos. Yo personalmente me niego a caminar y prefiero irme a casa. Debajo de la cama se está fenómeno. Aunque si no te andas con ojo es posible que tu intrépido Beagle se marche de rastreo y no sepa volver. Nos perdemos solos.

Somos sociables e independientes a la vez, nos gustan los niños y la gente. No ladramos a pesar de que nuestro ladrido es de los más bonitos del mundo bababu. Solo lo hacemos por razones de peso, como pedir comida o señalar algo que nos gusta o disgusta y queremos compartirlo. Como guardianes no tenemos futuro, es así, no se puede tener todo. Si alguien nos da de comer lo que sea pues ya es nuestro amigo.

De salud se nos supone sanos. Aunque la propensión a la epilepsia y el hipotiroidismo están al acecho. Los hay que sufren enanismo y displasia de cadera. Luego estoy yo que tengo alergia a los ácaros y hay quien asegura que es normal en nosotros sufrir problemas cutáneos. Espero por el bien de mi raza que no sea así, porque es verdaderamente molesto. También existe predisposición a problemas oculares y otitis debido a nuestras adorables orejotas que no dejan que el pabellón auditivo se airee como debe. Pero en general somos fuertes y resistentes. Solo nos puede la comida que nos pierde hasta convertirnos en bababus obesos, cosa que los dueños deberían vigilar. La jefa lo hace… siempre pensando en mi figura.

Por otro lado somos muy útiles para todo: buenos compañeros en el hogar, con otros bababus para cazar, para rastrear junto a las fuerzas de seguridad, o incluso para que experimenten con nosotros los humanis. Ladran que somos los mejores porque nos dejamos hacer… cual cobaya o rata… y ladro yo: ¿por qué no experimentan con humanis que son muchos y muchos sobran con su maldad?

Ha sido este un rastreo largo, pero está bien saber de uno mismo a pesar de que la jefa ladra siempre que soy un antibeagle por mi perreza y vaguedad. Y porque si veo un conejillo voy en dirección opuesta no sea que me toque correr...
 
Publico el estándar en otra página pero antes voy a ver si cumplo los requisitos que corresponden a mi raza.
 
Saludos peludos!!!
 
B.B.

1 comentario:

  1. Muchas gracias Jesús, aquí me tienes para resolver tus dudas sobre mí, o lo que quieras. Si necesitas alguna información para tus trabajillos no dudes en decirmelo, yo rastreo la información y te la paso.
    Saludos peludos amigo humanis.
    B.B.

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