jueves, 1 de agosto de 2013

AMERICAN STAFFORDSHIRE TERRIER, SIMPLEMENTE AMSTAFF



Mi trufa de Beagle termina con este, el rastreo de los bababus peligrosos de la lista de malos malísimos. Popularmente conocido como Amstaff, de cuerpo robusto y cabezón, con unas orejas puntiagudas que enfatizan ese aire descarado que poseen, resulta que de este tipo de bababus, sus dueños ladran maravillas… salvo las malas lenguas obvius est.

Clasificado en el Grupo 3, perteneciente a los Terriers, sección 3, terriers tipo Bull, con número 286.

Se trata de un bababu de talla mediana con un origen complejo. Descendiente al igual que el Staffy, del Old English Bulldog y el Old English Terrier, fue llevado a Estados Unidos en el siglo equis palito esquís (XIX) y fue en 1898 cuando se presentaron los primeros ejemplares de este bababu creado para pelear con otros bababus y toros.

Lo cierto es que la evolución de este bababu fue paralela a la de su semejante aunque de menor tamaño, el ya ladrado Staffy. Uno en la angloterra y otro en el nuevo continente.

El Amstaff, conocido al principio como American Pit Bull Terrier estaba tan ligado a las peleas de bababus que tuvieron que pasar décadas para librarse del estigma que le dejó dicha actividad a la raza. Por fin el AKC reconoció a la raza en 1935, pero para ello, le cambiaron el nombre e impusieron como norma la no participación de los bababus registrados bajo esta raza, en ningún tipo de pelea. Estados Unidos quería reconocer en sus Kennels una raza genuinamente americana y así lo hizo; diferenciándolo para ello y claramente del Pit Bull. Hoy día, este bababu con estigma de peligroso también tiene su lugar en la FCI.

Cuando se creó la raza, calificativo de Pit Bull se otorgaba en calidad de la función que desempeñaba el bababu: en estos casos concretos se creaban bababus para la pelea y se les denominaba así. Posteriormente se diferenciaron el Amstaff y el Pit Bull que parten de una misma cadena genética. De hecho somos muchos los que tenemos que rastrear para diferenciarlos certeramente, pues son muy similares, y yo como bababu tampoco me entero mucho. Son tantas las razas...

Su llegada a España fue tardía, hacia 1982, año en que Naranjito ascendía a la fama, un doctor se trajo una pareja de American Staffordshire Terrier que han sido la base de la cría en nuestra patria. Todo ello ha dado como resultado líneas de consanguinidad que traen como no, sus múltiples consecuencias.

Se ladra que son mucho bababu para tan poco cuerpo, de arraigado temperamento peleón. Se les define como estables y seguros de sí mismos. Son bababus fieles a sus dueños aunque no parecen sufrir demasiado los cambios y muestran una innata sensibilidad hacia los niños, en quienes encuentran adecuados compañeros de juego. Aun siendo así, no conviene fiarse y bajar la guardia, los bababus de cierto tamaño podemos hacer daño jugando más aun si se trata de niños. Activos y con necesidad de ejercicio, se adaptan a vivir en un piso, pero conviene cansarlos (como a casi todos) y darles un buen paseo o dos al día. Ladran poco y si lo hacen, alerta: algo sucede.

En la actualidad prestan sus servicios a la policía o el ejército pues son muy buenos detectando drogas o buscando desaparecidos, a la vez que si tienen que detener a alguien se muestran muy capaces y dispuestos.

Su salud es por lo general bastante buena a pesar de mostrar cierta predisposición al desarrollo de las cataratas, problemas de corazón y displasia.

Bueno y hasta aquí los bababus del mal. El último de los que se encuentran en la lista de la CAM. Ya ladré que esta lista es flexible, puede variar en cualquier momento y que el Pit Bull no tiene cabida por no pertenecer a la FCI. Una cosa más antes de marcharme a seguir rastreando... si se diera tanto bombo a los ataques cometidos por los Cocker... estos si tienen un historial más que amplio de agresión, superando anualmente a los cometidos por los bababus "peligrosos".

El estándar, como no, en otra página.

Mañana mas.

Saludos peludos!!

B.B.


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