Mi
trufa de Beagle termina con este, el rastreo de los bababus peligrosos de la
lista de malos malísimos. Popularmente conocido como Amstaff, de cuerpo robusto
y cabezón, con unas orejas puntiagudas que enfatizan ese aire descarado que
poseen, resulta que de este tipo de bababus, sus dueños ladran maravillas…
salvo las malas lenguas obvius est.
Clasificado en el Grupo 3, perteneciente a los Terriers, sección 3, terriers tipo Bull, con número 286.
Se
trata de un bababu de talla mediana con un origen complejo. Descendiente al
igual que el Staffy, del Old English Bulldog y el Old English Terrier, fue
llevado a Estados Unidos en el siglo equis palito esquís (XIX) y fue en 1898
cuando se presentaron los primeros ejemplares de este bababu creado para pelear
con otros bababus y toros.
Lo
cierto es que la evolución de este bababu fue paralela a la de su semejante
aunque de menor tamaño, el ya ladrado Staffy. Uno en la angloterra y otro en el
nuevo continente.
El
Amstaff, conocido al principio como American Pit Bull Terrier estaba tan ligado
a las peleas de bababus que tuvieron que pasar décadas para librarse del
estigma que le dejó dicha actividad a la raza. Por fin el AKC reconoció a la
raza en 1935, pero para ello, le cambiaron el nombre e impusieron como norma la
no participación de los bababus registrados bajo esta raza, en ningún tipo
de pelea. Estados Unidos quería reconocer en sus Kennels una raza genuinamente
americana y así lo hizo; diferenciándolo para ello y claramente del Pit Bull.
Hoy día, este bababu con estigma de peligroso también tiene su lugar en la FCI.
Cuando
se creó la raza, calificativo de Pit Bull se otorgaba en calidad de la función
que desempeñaba el bababu: en estos casos concretos se creaban bababus para la
pelea y se les denominaba así. Posteriormente se diferenciaron el Amstaff y el
Pit Bull que parten de una misma cadena genética. De hecho somos muchos los que
tenemos que rastrear para diferenciarlos certeramente, pues son muy similares,
y yo como bababu tampoco me entero mucho. Son tantas las razas...
Su
llegada a España fue tardía, hacia 1982, año en que Naranjito ascendía a la
fama, un doctor se trajo una pareja de American Staffordshire Terrier que han
sido la base de la cría en nuestra patria. Todo ello ha dado como resultado
líneas de consanguinidad que traen como no, sus múltiples consecuencias.
Se
ladra que son mucho bababu para tan poco cuerpo, de arraigado temperamento
peleón. Se les define como estables y seguros de sí mismos. Son bababus fieles
a sus dueños aunque no parecen sufrir demasiado los cambios y muestran una
innata sensibilidad hacia los niños, en quienes encuentran adecuados compañeros
de juego. Aun siendo así, no conviene fiarse y bajar la guardia, los bababus de
cierto tamaño podemos hacer daño jugando más aun si se trata de niños. Activos
y con necesidad de ejercicio, se adaptan a vivir en un piso, pero conviene
cansarlos (como a casi todos) y darles un buen paseo o dos al día. Ladran poco
y si lo hacen, alerta: algo sucede.
En
la actualidad prestan sus servicios a la policía o el ejército pues son muy
buenos detectando drogas o buscando desaparecidos, a la vez que si tienen que
detener a alguien se muestran muy capaces y dispuestos.
Su
salud es por lo general bastante buena a pesar de mostrar cierta predisposición
al desarrollo de las cataratas, problemas de corazón y displasia.
Bueno
y hasta aquí los bababus del mal. El último de los que se encuentran en la
lista de la CAM. Ya ladré que esta lista es flexible, puede variar en cualquier
momento y que el Pit Bull no tiene cabida por no pertenecer a la FCI. Una cosa más
antes de marcharme a seguir rastreando... si se diera tanto bombo a los ataques
cometidos por los Cocker... estos si tienen un historial más que amplio de
agresión, superando anualmente a los cometidos por los bababus
"peligrosos".
El
estándar, como no, en otra página.
Mañana
mas.
Saludos
peludos!!
B.B.

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