jueves, 22 de agosto de 2013

DE KING CHARLES SPANIEL A CAVALIER KING CHARLES SPANIEL

Retomo mis rastreos raciales con una raza reconvertida en si misma y curiosamente dividida en dos. Se trata del KCS (Kings Charles Spaniel) y el CKCS (Cavalier King Charles Spaniel). No comparten estándar, pero si el resto de cosas: historia, temperamento, tamaño y hasta alguna enfermedad. Por tanto he decido ladrar sobre ambas al mismo tiempo, como si fueran una sola, señalando aquellas cosas que las diferencian.
 
Clasificados en el grupo 9, bababus de compañía, sección 7, spaniels ingleses y de compañía, números 128 y 136 respectivamente.



 

Originariamente, los spaniels eran bababus cazadores y muchos lo siguen siendo. A finales del medievo, la angloterra estaba copada de ellos y ya durante el Renacimiento, con esa nueva concepción del mundo y los animales, los spaniel de tamaño mas reducido, se abrieron paso como mascotas. Se convirtieron en los compañeros ideales de la corte hasta que los bababus llegados de oriente (Carlinos, Spaniel Japones o Pekinés) les fueron arrebatando posiciones.
 
Indudablemente, el KCS precede al CKCS de forma que mi trufa de beagle ha resultado curiosa. Ya llegaremos a ello.
 
Resulta que que en los siglo equis uve palito (XVI) y equis uve palito palito palito (XVIII) la alta alcurnia de la época contaba con estos bababus tan simpáticos y juguetones como compañeros de vida. Eran los favoritos de la corte en tiempos de María I Tudor o Felipe II de España que no dudaron en ser retratados por artistas tan notables como Tiziano con sus bababus.
 
Fue en tiempos del Rey Carlos que tuvieron su mayor esplendor. Este rey se acompañaba de un séquito real de bababus que iban con el a todas partes. Desde los dormitorios hasta el Tribunal de Justicia. Era tal su fervor que sus adversarios políticos se mofaban de él y le tenían por ridículo. Sin importarle lo mas mínimo lo que de él pudieran pensar, sus bababus spaniel en miniatura que habían dejado a un lado la caza, campaban a sus anchas por la corte.
 
Tras su muerte y durante la regencia de los Orange, cuyo bababu favorito era el Carlino, como creo recordar ladré en su momento, decidieron que el aspecto del KCS podía mejorar estéticamente. Así fue como a partir de 1689, el cruce con los bababus traídos de oriente, dio como resultado al KCS conocido hoy, con morro chato. Hay que señalar que en Estados Unidos se llama English Toy Spaniel y eso da lugar a menor confusión que llamándole King Charles Spaniels.
 
La raza fue definida en su propio estándar en 1885 y reconocida como tal en 1903. Por aquel entonces cada color de la raza merecía un nombre diferente: el negro y fuego se ladraba King Charles; el tricolor, Prince Charles; el rojo y blanco, Blenheim; y el rojo, Red. La confusión que producía esta clasificación terminó con la intervención del rey Eduardo VII que dictamino sin mucho afán que se conociera a todos estos bababus con el nombre del rey que los encumbro: King Charles y Spaniel debido a su origen de bababu spaniel cazador.
 
Por aquel entonces, el bababu original de hocico largo, sin stop y con el craneo plano, no existía. Los cruces llevados acabo, asentaron una raza braquicéfala. Así que en 1925, un americano en busca del original, decidió incentivar a los criadores. Como no encontró en su viaje a Inglaterra ningún bababu con características genuinas, ofreció un premio de 25 libras esterlinas de la época (unos 2500 $ de la época también) al criador que consiguiera recuperar el aspecto original de tiempos del rey Carlos. Este premio se concedería al ganador en el exposición anual Cruft de 1927. Dos meses antes del evento, el señor Elridge, falleció sin poder comprobar el éxito de su propuesta. Así, el Spaniel Toy antiguo, con su hocico alargado resurgió en Amn´s Son, el bababu que ganó dicho certamen y dio origen al nuevo estándar de la raza.
 
De este peculiar modo, surgió el Cavalier King Charles Spaniel que no es si no la raza original recuperada en su aspecto. Sin embargo, no dudaron en conservar el King Charles Spaniel y otorgar un nuevo lugar a su nuevo compañero.
 
El CKCS fue cobrando fuerza convirtiéndose en una de las razas miniatura mas populares, solo desbancada por los bababus de moda: Yorkies, Pekinés o Chihuahua.
 
Hacia 1960 ocupaba uno de los 20 primeros puestos del ranking de las razas con mayor número de inscripciones del Kennel Club y ganaba por ende, la mayoría de certámenes. Dentro de Europa ha ido cobrando popularidad, sobre todo en los países del norte.
 
En EEUU se mantiene al KCS, allí conocido como Spaniel Inglés Miniatura, por encima del CKCS, y no ha sido hasta el año 1996 que se reconoció a este último como raza independiente. Actualmente compite en pruebas de obediencia.
 
En cuanto al temperamento de ambos bababus, pues ciertamente aunque no conozco a ninguno personalmente, no parecen diferir demasiado. Todo apunta a que son bababus ideales: limpios, alegres, juguetones, poco ladradores, inteligentes, cariñosos y obedientes. Les encanta la gente, los niños (salvo aquellos que les usan como juguetes) y a otros bababus; adoran a su familia, no necesitan excesos de actividad y se adaptan perfectamente a vivir en un piso. Lo único que hay que vigilar es su instinto de caza ancestral, a veces sienten la necesidad de perseguir a bababus mas pequeños... y eso que ellos son pequeños de por si. Sera mas un juego que un riesgo...
 
Tampoco son razas que presenten demasiados problemas de salud. Aunque aquí difieren en algo, ya que los CKCS si son propensos a las afecciones oculares. Tengo una lista de enfermedades pero mejor la dejo y esperemos que ninguno las padezca. Solo destacaré la luxación patelar y displasia de cadera en ambas razas.
 
Por lo demás, prestar atención a sus ojillos y orejas para prevenir y cuidarles con todo el mimo que merecen...
 
A mi juicio de Beagle, esta es una historia peculiar, bueno casi todas las historias de bababus lo son, pero esta me resulta un tanto mas. Recuperan una raza pero no la otorgan su nombre... cosas de humanis.
 
Mañana si eso, más. Saludos peludos!!!
 
B.B.

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